Después de un año tan complicado como este, toca hacer balance del año 2020.
Hace un año, nos deseábamos entre amigos, familiares y conocidos, un feliz año sin saber, obviamente, lo que nos deparaba el 2020.
Empezó el año con buen pronóstico: obras menores, reforma total de un piso, reformas parciales… Pero llegó el confinamiento. Obras a medias, preocupación por un parón que empezó siendo de dos semanas y se iba prorrogando una y otra vez.
Tocó adaptarse a la nueva situación: trabajar con mascarillas, limitación de contacto con los clientes, aforos limitados al ir a por material… Parecía todo muy raro, pero nos hemos adaptado porque otra cosa no, pero todos nos acabamos adaptando a las situaciones más adversas si queremos sobrevivir.
Poco a poco la actividad se fue retomando, los clientes volvían a animarse a confiarnos sus ilusiones y proyectos.
Pasado el verano, y viendo el despegue de Internet, nos animamos a entrar en el mundo de las redes sociales y de las páginas web, intentando darnos a conocer un poco más y facilitar el contacto a conocidos y potenciales clientes. Cada comentario, opinión tras un trabajo realizado, crítica o saludo, nos ha ido dando un empujoncito para seguir adelante y mejorar.
Aprovechamos para dar gracias a todos los que este año nos han acompañado y esperamos que el nuevo año sea mejor, en especial para esos sectores más castigados por las restricciones derivadas de la pandemia.
Feliz y próspero 2021.








Deja una respuesta